Los limpiadores de tuberías de desagüe son químicos empleados para limpiar cañerías o tuberías de desagüe. La intoxicación ocurre cuando alguien ingiere o inhala un limpiador de desagüe.

Este artículo es únicamente para información. NO lo use para tratar o manejar una exposición real a tóxicos. Si usted o alguien con quien usted se encuentra experimenta una exposición, llame a su número local de emergencias

Elemento tóxico

Los ingredientes tóxicos incluyen:

  • Ácido clorhídrico

  • Lejía (hidróxido de sodio o soda cáustica)

  • Hidróxido de potasio

  • Ácido sulfúrico

Dónde se encuentra

Los ingredientes se pueden encontrar en:

Nota: Es posible que esta lista no incluya todas las fuentes de limpiadores de tuberías de desagüe.

Síntomas

La intoxicación con limpiadores de desagüe puede causar síntomas en muchas partes del cuerpo:

VÍAS RESPIRATORIAS Y PULMONES

  • Dificultad respiratoria (por la inhalación del limpiador de tuberías de desagüe)
  • Inflamación de la garganta (que también puede causar dificultad respiratoria)

SANGRE

  • Cambio significativo del nivel ácido de la sangre (equilibrio del pH), lo que lleva a daño en todos los órganos del cuerpo

OJOS, OÍDOS, NARIZ Y GARGANTA

  • Pérdida de la visión
  • Fuerte dolor de garganta
  • Fuerte dolor o ardor en nariz, ojos, oídos, labios o lengua

SISTEMA GASTROINTESTINAL

CORAZÓN Y SISTEMA CIRCULATORIO

PIEL

  • Quemaduras
  • Orificios (Necrosis) en la piel o tejidos subyacentes
  • Irritación

Cuidados en el hogar

Busque ayuda médica inmediata y no le provoque el vómito a la persona, a menos que así lo indique el Centro de Toxicología o un proveedor de atención médica.

Si el químico entró en contacto con la piel o los ojos, enjuague con abundante agua durante al menos 15 minutos.

Si la persona ingirió el químico, suminístrele agua o leche inmediatamente, a menos que un proveedor haya dado otras instrucciones. No suministre leche ni agua si la persona está presentando síntomas que dificulten tragar (tales como vómitos, convulsiones o disminución de la lucidez mental).

Si la persona inhaló el tóxico, llévela inmediatamente a tomar aire fresco.

Antes de llamar a emergencias

Obtenga la siguiente información:

  • Edad, peso y estado de la persona
  • Nombre del producto (con sus ingredientes y concentración, si se conocen)
  • Hora en que fue ingerido
  • Cantidad ingerida

Lo que se puede esperar en la sala de emergencias

El proveedor medirá y vigilará los signos vitales de la persona, incluso la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial. Los síntomas se tratarán en la forma apropiada. La persona puede recibir:

  • Exámenes de sangre y orina.
  • Soporte respiratorio, incluyendo oxígeno a través de una sonda hasta los pulmones y un respirador (ventilador).
  • Broncoscopia — colocación de una cámara a través de la garganta para observar las quemaduras en las vías respiratorias y los pulmones (si el tóxico fue inhalado).
  • Radiografía de tórax.
  • Electrocardiograma (ECG).
  • Endoscopia — colocación de una cámara a través de la garganta para observar las quemaduras en el esófago y el estómago.
  • Líquidos por vía intravenosa (IV).
  • Medicamentos para neutralizar el efecto del tóxico y tratar los síntomas.
  • Extracción quirúrgica de la piel quemada (desbridamiento cutáneo).
  • Una sonda desde la boca hasta el estómago para aspirarlo (vaciarlo). Esto se hace solo cuando la persona recibe atención médica durante los 30 a 45 minutos siguientes a la intoxicación y ha ingerido una gran cantidad de la sustancia.
  • Lavado de la piel (irrigación) — probablemente con intervalos de pocas horas durante varios días.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico de la persona depende de la cantidad de tóxico ingerido y de la prontitud con que se recibe el tratamiento. Cuanto más rápido reciba ayuda médica, mayor será la probabilidad de recuperación.

La ingestión de tales tóxicos puede tener efectos graves en muchas partes del cuerpo. Las quemaduras en las vías respiratorias o el tracto gastrointestinal pueden provocar la muerte de tejidos. Esto puede resultar en infección, shock y la muerte, incluso varios meses después de ingerir la sustancia. El tejido cicatrizado en las áreas afectadas puede provocar problemas a largo plazo con la respiración, al tragar y con la digestión.