Información

1. ¿Por qué es necesario vacunarse?

La vacuna neumocócica conjugada puede prevenir la enfermedad neumocócica.

La enfermedad neumocócica se refiere a cualquier enfermedad causada por una bacteria neumocócica. Puede provocar muchos tipos de enfermedades incluyendo: 

  • Neumonía (infección de los pulmones)
  • Infecciones del oído
  • Infecciones en los senos paranasales
  • Meningitis (infección del tejido que recubre el cerebro y la médula espinal)
  • Bacteriemia (infección del torrente sanguíneo)

Cualquiera puede desarrollar una enfermedad neumocócica, pero los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con ciertos factores de riesgo están en mayor riesgo.

La mayoría de las infecciones neumocócicas son leves. Sin embargo, algunas pueden causar problemas a largo plazo, como daño cerebral o pérdida de la audición. La meningitis, la bacteriemia y la neumonía causada por la enfermedad neumocócica pueden llevar a la muerte.

2. Vacuna neumocócica conjugada

La vacuna neumocócica conjugada ayuda a proteger contra las bacterias que causan enfermedades neumocócicas. Existen varias vacunas neumocócicas conjugadas (PCV, por sus siglas en inglés). La PCV específica y las dosis recomendadas se basan en la edad, el historial de vacunas y el estado médico de la persona. Su proveedor de atención médica puede ayudarle a determinar qué tipo de PCV y cuántas dosis, se deberían recibir.

  • Los bebés y niños pequeños normalmente necesitan 4 dosis de la PCV. Se recomienda recibir estas dosis a los 2, 4, 6 y de 12 - 15 meses de edad.
  • Ciertos niños mayores y adolescentes que no recibieron las dosis recomendadas cuando eran bebés o niños pequeños necesitan la PCV. Esto depende de la edad y las afecciones médicas, u otros factores de riesgo. 
  • Los adultos de 19 a 49 años que no han recibido la PCV y tienen ciertas afecciones médicas u otros factores de riesgo deberían recibir la PCV. A algunos adultos en este grupo que ya hayan recibido la PCV, se les podría recomendar que reciban otra dosis.
  • Los adultos de 50 años y mayores que no hayan recibido previamente la PCV deberían recibirla. A algunos adultos en este grupo que ya hayan recibido una PCV se les podría recomendar que reciban otra dosis.

3. Hable con su proveedor de atención médica

Coméntele a su proveedor de vacunas si la persona que se va a vacunar:

  • Ha tenido alguna reacción alérgica después de una dosis de cualquier tipo de PCV, o a alguna vacuna que contenga toxoide diftérico (por ejemplo, DTaP), o que tiene alguna alergia potencialmente mortal.

En algunos casos, su proveedor de atención médica puede decidir posponer la aplicación de la PCV hasta una consulta posterior.

Las personas con enfermedades menores, como un resfriado, se pueden vacunar. Las personas que tengan enfermedades agudas o graves deben esperar hasta recuperarse.

Su proveedor de atención médica puede brindarle más información.

4. Riesgos de una reacción a la vacuna

  • Después de la aplicación de la vacuna neumocócica conjugada, se puede presentar enrojecimiento, hinchazón, dolor o sensibilidad en el área en la que se aplicó la vacuna; fiebre; pérdida de apetito; susceptibilidad (irritabilidad); cansancio; dolor de cabeza; dolor muscular; dolor articular; o escalofríos.

Los niños pequeños pueden tener un mayor riesgo de presentar convulsiones a causa de la fiebre después de una PCV si se les administra junto con la vacuna inactivada contra la influenza. Pida más información a su proveedor de atención médica.

En ocasiones, las personas se desmayan luego de los procedimientos médicos, incluso las vacunas. Infórmele a su proveedor si se siente mareado o si tiene cambios de visión o zumbido en los oídos.

Como con cualquier medicamento, existe una remota probabilidad de que una vacuna provoque una reacción alérgica, una lesión grave o la muerte.

5. ¿Qué sucede si hay un problema grave?

Se puede presentar una reacción alérgica después de que una persona vacunada deje la clínica. Si usted ve signos de una reacción grave (erupciones, hinchazón de la cara y la garganta, problemas para respirar, taquicardia, mareos o debilidad) llame al 9-1-1 y lleve a la persona al hospital más cercano.

En caso de otros signos que lo inquieten, llame a su proveedor de atención médica.